Los niños pueden experimentar traumas,  conflictos  o  situaciones limites que se  traducen  en depresiones,  problemas  físicos,  retrasos  en  el crecimiento  o dificultades académicas y de comportamiento. Solo en la medida en que los padres descubren y conocen la forma como sus hijos  conciben el mundo, piensan y sienten en relación con sus padres, hermanos, amigos, colegio y entorno en general, entenderán  la  forma asertiva  de  corregir,  sanar  o evitar dificultades mayores a futuro.

 

 

La relación de pareja sea permanente o transitoria, es el encuentro de  dos vidas  cada  una  con  sus propias  expectativas,  gustos  y afectos.  La afinidad  que  logremos  conseguir  puede  llegar  a significar la dulzura que desvanece las dificultades y que enriquece su futuro. Identificamos  los diferentes  aspectos  que  condicionan  nuestro comportamiento  frente  a la pareja  y  que  ejercen influencia  en nuestras relaciones, mediante la vivencia de experiencias que nos ayudará  a  conocernos mejor  y  adquirir conciencia  de  nuestra propia conducta.

 

 

Mediante  este  proceso  se  analizan  los  puntos  de  vista  de  cada miembro  de  la  familia,  que generan  choques  o  inarmonías  al interior del hogar,  generando  bloqueos  que  impiden  relaciones sanas, de crecimiento, proyección y evolución natural de cada uno de los miembros. A través  de talleres  vivenciales  se  producen  procesos  de maduración, redefinición  de roles  y  reglas,  expresión  de sentimientos,  elaboración de  acuerdos,  así como  se  entrena  al grupo  familiar  en  el  dominio  de técnicas  de comunicación  y resolución  de  conflictos  que  les  servirá  de herramienta en  el desenvolvimiento y evolución natural de la relación familiar.